Enadco

viernes, 30 de diciembre de 2011

Por favor, ¡mírame!

Cuando miro las estrellas, las veo tan lejanas..., me gustaría estar con ellas, lejos de todo lo que me hace sufrir, lejos de todo lo que me daña y me produce dolor.

No sé lo que me pasa, pero me siento mal. Miro a los mayores y no entiendo como no leen en mi mirada mi sufrimiento. No entiendo que no perciban lo que me mata por dentro, lo que no me deja dormir o atormenta mis sueños…


Necesito que me ayuden, pero no sé explicarles lo que me pasa…, sólo sé que tengo miedo.
Tengo miedo cuando llega la noche y estoy sola en mi habitación y veo sombras, entonces me acurruco entre las mantas y cierro fuerte los ojos, intentado alejar de mí todo mal.


Cuando oigo crujir el suelo de madera o escucho el tintineo de sus llaves, un soplido helado recorre toda mi espalda hasta mi nuca ¿Dios mío, por qué me pasa esto?, no entiendo lo que está ocurriendo, pero me siento muy mal.


Me siento muy solita. Siento que no tengo nada en común con los otros niños, que ellos tienen algo que a mí me falta…, algo se quedó en el camino, algo perdí que siento que nunca podré recuperar.


Los días son tan largos y grises, les falta luz y vida, color.


Ojalá alguien pueda verme, ojalá todo termine pronto.