Con los rizos al aire y una gran fortaleza palpable,
siente su espíritu libre y seguro
e irá dondequiera que sus sueños y destino la puedan llevar.
El agua del arroyo sacian su sed y deseo
con esa frescura y nitidez que la caracteriza
y así se energetiza y recarga siendo fiel a su naturaleza
Y no hay nudos que la sujeten,
ni barreras que la puedan frenar,
si ella se decide y con valentía comienza a luchar.
Sus colores fraguados en mil cruzadas,
llevan el rojo de la pasión y el verde de la esperanza
y unidos al azul, al añil y al violeta
forman su bandera y estandarte
junto con el amarillo, negro, gris y turquesa.
Con gran variedad de tonos, gamas, matices e intensidad
la acompañan en la paleta de la vida allá por donde va.
Y va buscando un poco de amor,
de ese que impulsa el corazón,
da fuerza y calor a los latidos
y te hacen querer ser mejor.
Y no parará hasta sentirlo,
y no decaerá..., hasta conseguirlo
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