En una noche de calma y estrellas la pequeña
princesa nació,
Bajo la luz de la luna, antes de los rayos de sol.
Nadie en su familia imaginó ni sospechó,
Que con fortaleza y sabiduría
Venía a cumplir una importante misión.
Siempre en contacto con la naturaleza,
Con el oxígeno y de las plantas su verdor,
Fluyendo como río vivo, fluyendo con paz y amor,
Va en busca de su destino y felicidad, con loca
pasión
Y que el amor corra por sus venas,
Amor limpio y sano, amor en su máxima expresión.
Y en los días de lluvia y viento o con un sol
achicharrador,
Se la suele ver danzando, descalza y en conexión
Con todo lo que le rodea y una mente superior.
Se la ve con otros danzando y cantando al mismo son
Cantos de paz y energía, de lucha y fuerza interior.
Cantos a la madre tierra, cantos al corazón.
Y así construye su camino, a ritmo del tambor
Vistiendo sus alegres plumas y los colores de su lucha y ardor
Y no hay cruzada que se le resista,
Lucha incansablemente, hasta que su meta o rival
conquista
Y así se le recordará y en la memoria quedará
grabada
Como la mayor guerrera y gurú jamás vista
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